Hoy es uno de esos días, en el que escribo dejándome trozos de mí debajo de las uñas, de arrancarme el alma.. ¿Por qué?
El concepto justicia no lo tiene asimilado la vida. Tras afrontar las diversas pruebas que nos propone el vivir, y a veces, superarlas, alcanzamos un nivel de felicidad extremo. Pero ésta, la vida, es como un infantil niño que no sabe aceptar la derrota. Busca la forma de hacerte daño y herirte a ti y tus seres más cercanos.
Tales cosas, sólo podemos apreciarlas cuando nos ocurre algo que realmente se nos queda grabado para la posteridad, aunque ocurran todos los días.
Estas injusticias, nos arrebatan a nuestros seres queridos, bien por la gracias de Dios, para el creyente, bien por el destino, para el ateo, privándonos de poder ver crecer a nuestros hijos, de disfrutar una vida plena, de enamorarnos, a veces..
Hoy, es otro día en el que al menos escribo, ya que algunos de mis amigos, el más reciente ayer, no pueden decir lo mismo, ya que una de estas injusticias, me los ha ido quitando poco a poco.
Julio, no te olvidaremos. Tu familia, tus amigos, y tu hija, a la que has disfrutado unos meses, nos sentimos orgullosos y honrados de haberte podido conocer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario