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martes, 9 de mayo de 2023

Sin frenos.

Hoy ha sido un día muy largo y cansado. La noche, que de por sí no me es fácil, tuvo más jaleo que de costumbre. En el trabajo tampoco ha sido un día fácil. Hace unos días sí le daba más vueltas a los quesos que a las cosas, pero a medida que el día a día se convierte en rutina, vuelvo a darle más vueltas a las cosas que a los quesos...

Hoy mi mente me ha llevado a Edimburgo, a la libertad que sentí cuando fui solo, en plena pandemia, a descubrir esta ciudad escocesa. Recuerdo con especial cariño la tarde que, después de un free tour me fui con las chicas, el guía y la gente que conocí a tomar algo en el puerto, en el barrio de Leith. Allí, en un Sainsbury's compramos algo de beber, pusimos Estopa en un altavoz y, simplemente, fuimos la gracia y el sol que le falta al Reino Unido. Hablando de sol... ha vuelto. La luz, las ganas, la alegría, sus rizos, su sonrisa, su lunar del dedo de la mano. Todo. 

Ha vuelto con todo, con ganas y con amor... Aún no lo entiendo, no entiendo cómo ese corazón puede abarcar tanta bondad y cariño. Ya se lo he dicho, pero es que es verdad, es la mejor persona que conozco. Tengo tantas ganas de que todo salga, de que sea nuestro momento y nuestro tiempo y que llegue con naturalidad, fluyendo... Como está ocurriendo todo. Me da un poco de miedo reconocerlo, pero todo lo que he sentido por ella, NO se fue en ningún momento. Y tendría que haberse ido, pero no. Así que es el momento de demostrarle quién y qué quiero ser, demostrar que la merezco y que podré cuidarla siempre, que a su lado, como pareja, como equipo.. somos invencibles. 



Te quiero, te quiero libre y que tu libertad me escoja, siempre..

domingo, 22 de noviembre de 2020


Es domingo, 9ºC cuando estoy escribiendo esto. De fondo estoy escuchando a Rubén Pozo, pero antes he estado escuchando a Iván Ferreiro y Extremoduro. Es uno de esos días raros. Es tan raro que ayer me abrí con mi madre y le dije que la quería. Era tarde por la noche y estaba escuchando a Sabina, por tanto está justificado.

He encontrado el motivo para escribir. Lo leo al día siguiente y me gusta pensar que me entiendo, que estoy mejor y que todo pasará. Siempre he sido bastante inteligente y entiendo que sí, que pasará, pero joder... mientras pasa me consume. Y yo quiero ser feliz. O al menos no fingir que lo soy delante de quien me quiere. Echo de menos jugar al baloncesto. Cuando antes estaba mal o necesitaba pensar era el momento de jugar. Solo, mi balón, las escuelas y yo. No necesitaba más para despejarme. Muchas veces coincidía con Cuco y siempre me ha gustado escucharlo. Él sí que me ha dado buenos consejos siempre y ha sido tremendamente honesto cuando ha tenido que serlo. Joder, echo de menos a Cuco también.

No tengo la cabeza bien.. Siempre me he considerado raro, al menos un poco. En el buen sentido, entiéndase. No tengo un foso para secuestrar gente ni me hago trajes con piel humana, como en El Silencio de los Corderos. Raro en plan bien. Aficiones curiosas, sé cosas que mucha gente desconoce.. Siempre me ha gustado como me define mi amigo Miguel: Noble pero muy cabrón. Cabrón en el buen sentido también. Soy interesante, joer. En 2018 me cuidé un montón, adelgacé, hice mucho deporte, trabajé y me veía bien. Y estaba motivado. Me veía guapo, yo mismo me veía así. Ahora evito mirarme al espejo, y tengo dos enormes en mi cuarto y uno en el baño.


Tengo que hacer algo conmigo mismo... Tengo que superar este año de mierda. 

jueves, 19 de noviembre de 2020

Supongo que cuando tienes que alejarte de todo lo que te importa es el momento de llegar a conocerte a ti mismo. Supongo que vivir dos confinamientos en dos países diferentes te hace darte cuenta de cómo de diferentes somos dependiendo de la situación. Sólo intento sobrevivir al 2020.

No sé si estoy deprimido. La psicóloga que vi en Junio me dijo que si tenía ilusión por las cosas era que no, pero cada vez le veo menos sentido. Que solo duermo cuando no tengo más remedio, que los ojos siempre los tengo cansados y vidriosos, como si en cualquier momento fuera a romper a llorar. Y a veces ese cualquier momento suele ser por las noches, cuando rompo el vidrio de mis ojos y empapo mis mejillas con lágrimas saladas. Ahora hasta me identifico con C.Tangana, pero entiendo la decisión que tomaste. Pero es que hasta mis niños silban las melodías de Pucho, que es un consuelo para mí realmente.

También supongo que mi vida ha cambiado. Que me siento liberado cuando tengo algún momento lúcido, aunque la verdad es que son pocos. Son las 20:37 del 19/11/2020 y estoy en un pueblo pequeño del condado de Bedfordshire. A ratos creo recordar lo que es la felicidad, pero es efímero, como el Sol aquí. Echo de menos a mis amigos. A Juanjo el del bar contándonos bromas, que nos llene la caña sin preguntar o salir a tomar un café y volver a las 6 de la mañana sin saber ni cómo. No es sano... pero eran los pocos momentos que seguramente era capaz de imaginarte o de escuchar tu voz. Y es una putada reconocerlo, de hecho desearía no haber hecho la mitad de las cosas que he hecho este verano... sobre todo la mitad de las cosas por las que he hecho pasar a mis padres. No me importa hacerme daño a mi y, supongo, que es bastante chungo reconocerlo, pero es así. Hace ya tiempo que no me importo. Pero sí me importan mis padres y mis amigos.

En este popurrí de sentimientos diré que voy a ser tío de un niño y que debería sentirme más emocionado. Y lo estoy, aunque de nuevo, es en los momentos lúcidos. También tendría que decir que me hubiera gustado despedirme de mi abuela, que me habría encantado abrazar a mi madre o darle una palmada en el hombro a mis primos... pero la vida es una mierda y te guarda estas cosas para cuando estás lejos. Y yo, como estoy conociéndome, estoy alejado de todo. Ojalá pudiera decir que es un gusto el conocerme, pero la realidad es totalmente lo contrario.

Realmente no sé ni porqué escribo. Voy a escuchar a Chico Ocaña, que me pega más que C.Tangana. A veces está bien reconocer que no estás bien.

jueves, 30 de abril de 2020

¿Por qué no duermo? ¿Qué me está pasando?

Estado mental: invierno
Estoy despierto
Las tres y cuarto, traspuesto, un ojo abierto porque me quieren muerto
¿Cómo dormir si los años se te van volando?
Cerrar los ojos es no ver lo que está ocurriendo
Noches lloviendo dentro, ahí fuera los coches pisan charcos
Vais lentos como galápagos
Viendo a mamá llorar se me cayó el alma al suelo, hecha pedazos
Dándole vueltas a todo, como la noche que murió mi abuelo
Perdió la foto porque están todos muertos
Como un cerdo y la lengua me la muerdo, por eso este veneno me está matando
Sufriendo lo que no hablo, ¿Qué nos ha pasado?
Tus pecados me tienen miedo
Las joyas que me llevo al féretro ni las han soñao'
Por eso escribo insomnia
Y los puñales me los clavo si por las persianas penetra el claro
Y canta el gallo, y sigue el juego, y yo no paro aunque te suene raro
No quiero soñar contigo si al despertar está nublado
Prefiero perpetuo insomnio si no te tengo al lado

miércoles, 12 de febrero de 2014

Relato

"-Sólo quiero darte las gracias por hacerme la persona más afortunada de la ciudad, del mundo y... ¡hasta de La Tierra! - gritaba, convencido de que nadie lo escuchaba- sólo con oírte respirar, me haces más privilegiado que al dueño de todo el oro del mundo. ¿Quién quiere oro, si puedo tener tu sonrisa? Nadie sería tan bobo, tu sonrisa no se puede comprar con oro. Quiero invitarte a pasar toda una vida a mi lado, siendo felices, y haciéndonos viejecitos juntos. Quizá sea una locura, pero... ¿quién diablos se toma en serio a un loco? ¡Juguemos a ser niños, con la única preocupación de estar siempre uno al lado del otro.

Entonces apareció, saliendo de la oscura y lluviosa noche, la luz que desde aquel día iluminaría su vida. Impaciente por una respuesta, casi empieza a hablar de nuevo, cuando de repente, el beso más sincero que podía imaginar, selló su boca para siempre."