Tengo escritas más de 20 cartas que jamás envié, escondidas entre las páginas de libros olvidados o cuadernos de instituto marcados con tu nombre. Tengo mil conflictos bajo el tórax, la necesidad de que leas en braile mi piel cuando está de gallina y la duda de saber si repetiremos ese último beso. Mis latidos hace tiempo que dejaron de tener sentido, no hay sonrisas ni abrazos que llenen este vacío, quizás necesite verte (y ese quizás está de más) pero no pienso reconocerlo. Escribo de noche; como los bohemios, los borrachos o como las putas que llegan tarde del trabajo con el alma magullada y el corazón resquebrajado.
SMC Player
martes, 8 de noviembre de 2011
viernes, 4 de noviembre de 2011
музыка.
Sentimientos recorren mi mente mientras pienso en música. Música que me hace sentir persona, sabiendo lo inútil que sería una vida sin banda sonora. Desde el tan sencillo ritmo de un bombo y una caja, a la complejidad, creando un orgasmo musical a todo amante de la música que siento al escuchar “El dúo de las flores” de Delibes. Es una sensación indescriptible, grata, imposible de experimentar con otras facetas que nos ofrece la vida, el poder escuchar. Sencillo, pero admirable. Todos recordamos momentos especiales vividos con música, sin ellos, sería imposible.
Somos dueños de nuestro corazón, el órgano más sincero, así que alimentadlo de melodías bellas, que sean dignas de recordárselas a tus nietos. Memorable. Hoy, como siempre cuando escribo, escucho, ya que es el mejor ejercicio psíquico. Escuchad y aprended.
jueves, 3 de noviembre de 2011
Otoño.
¿Dónde está mi Otoño?
Mi jersey. Mi gorro. Mis no querer salir de la cama. La duda de si ponerme el chaquetón y calarme de lluvia, o el chubasquero y pelarme de frío. El cristal helado del bus por la mañana. El vaho de la ducha. El aire cortando la cara. Mi cumpleaños. El mes del escorpión. Crujir toda hoja que se cruce en mi suelo. Perderme en el edredón. Los caldos de la abuela. Un café caliente para desayunar, otro para mediodía, otro después de comer, y dos a la tarde. Tío, vente a mi casa que hace frío en la calle. No ver el sol. La nieve, a veces. Amores siempre mejor de otoño-invierno. Será porque gana la cabeza y no el ir enseñando escote.
¿Dónde cojones está todo eso, eh? Ahorra esperanzas para Diciembre, mamá, que no llegamos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)