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Tengo escritas más de 20 cartas que jamás envié, escondidas entre las páginas de libros olvidados o cuadernos de instituto marcados con tu nombre. Tengo mil conflictos bajo el tórax, la necesidad de que leas en braile mi piel cuando está de gallina y la duda de saber si repetiremos ese último beso. Mis latidos hace tiempo que dejaron de tener sentido, no hay sonrisas ni abrazos que llenen este vacío, quizás necesite verte (y ese quizás está de más) pero no pienso reconocerlo. Escribo de noche; como los bohemios, los borrachos o como las putas que llegan tarde del trabajo con el alma magullada y el corazón resquebrajado.

музыка.

Sentimientos recorren mi mente mientras pienso en música. Música que me hace sentir persona, sabiendo lo inútil que sería una vida sin banda sonora. Desde el tan sencillo ritmo de un bombo y una caja, a la complejidad, creando un orgasmo musical a todo amante de la música que siento al escuchar “El dúo de las flores” de Delibes. Es una sensación indescriptible, grata, imposible de experimentar con otras facetas que nos ofrece la vida, el poder escuchar. Sencillo, pero admirable. Todos recordamos momentos especiales vividos con música, sin ellos, sería imposible.

Somos dueños de nuestro corazón, el órgano más sincero, así que alimentadlo de melodías bellas, que sean dignas de recordárselas a tus nietos. Memorable. Hoy, como siempre cuando escribo, escucho, ya que es el mejor ejercicio psíquico. Escuchad y aprended.

Otoño.

¿Dónde está mi Otoño?

Mi jersey. Mi gorro. Mis no querer salir de la cama. La duda de si ponerme el chaquetón y calarme de lluvia, o el chubasquero y pelarme de frío. El cristal helado del bus por la mañana. El vaho de la ducha. El aire cortando la cara. Mi cumpleaños. El mes del escorpión. Crujir toda hoja que se cruce en mi suelo. Perderme en el edredón. Los caldos de la abuela. Un café caliente para desayunar, otro para mediodía, otro después de comer, y dos a la tarde. Tío, vente a mi casa que hace frío en la calle. No ver el sol. La nieve, a veces. Amores siempre mejor de otoño-invierno. Será porque gana la cabeza y no el ir enseñando escote.

¿Dónde cojones está todo eso, eh? Ahorra esperanzas para Diciembre, mamá, que no llegamos.

Recuerdo:

Estar esperando en Madrid para coger un avion, que sin saberlo aún, me llevaría a uno de los más inolvidables viajes. Embarqué para volar hacia Oxford.

Sé que nunca se volverá a repetir, como también sé que compartí 21 días de mi vida con las personas más extraordinarias que existen. Sabes que son especiales cuando no puede pasar un día sin que te acuerdes de ellas. De todos.

Días en los que desconectas del mundo y te esfuerzas en ser especial, en ser feliz aunque no lo seas en realidad, porque sabes que son esos los recuerdos que de verdad se quedan grabados en la memoria de cada uno hoy en día.

Jamás me sentiré como lo hice este verano, rodeado de gente especial, entonces y ahora, que sabes que no vas a poder borrar de tu memoria aunque quieras.

Por eso, hoy os recuerdo, ayer lo hice, y mañana lo haré como os merecéis, sonriendo, pensando en la suerte que he tenido de conoceros a todos, de haber compartido todo mi amor con vosotros.

Hoy os doy las gracias por haberme dejado conoceros, porque no os imagináis la parte tan inmensa que ocuparéis en mi corazón para siempre.

Gracias a todos. Oxford, 24 Julio - 14 Agosto 2011.

La llamamos vida..

Hoy es uno de esos días, en el que escribo dejándome trozos de mí debajo de las uñas, de arrancarme el alma.. ¿Por qué?

El concepto justicia no lo tiene asimilado la vida. Tras afrontar las diversas pruebas que nos propone el vivir, y a veces, superarlas, alcanzamos un nivel de felicidad extremo. Pero ésta, la vida, es como un infantil niño que no sabe aceptar la derrota. Busca la forma de hacerte daño y herirte a ti y tus seres más cercanos.

Tales cosas, sólo podemos apreciarlas cuando nos ocurre algo que realmente se nos queda grabado para la posteridad, aunque ocurran todos los días.

Estas injusticias, nos arrebatan a nuestros seres queridos, bien por la gracias de Dios, para el creyente, bien por el destino, para el ateo, privándonos de poder ver crecer a nuestros hijos, de disfrutar una vida plena, de enamorarnos, a veces..

Hoy, es otro día en el que al menos escribo, ya que algunos de mis amigos, el más reciente ayer, no pueden decir lo mismo, ya que una de estas injusticias, me los ha ido quitando poco a poco.

Julio, no te olvidaremos. Tu familia, tus amigos, y tu hija, a la que has disfrutado unos meses, nos sentimos orgullosos y honrados de haberte podido conocer.

C'est la vie..

Qu-est ce que la vie?

Es algo que pasa sin darte cuenta, lo que sucede mientras pierdes el tiempo pensando en qué gastarlo. Es dura, a veces. Volátil, con cualquier golpe puede acabarse todo y preguntarte por qué te ha tocado a ti.

¿Y por qué te ha tocado a ti? No creo en Dios, pero algo debe de existir ahí arriba, o abajo. Algo que marca nuestra vida, pero no el camino. Nosotros somos dueños de nuestra existencia hasta que nos vamos, asi que, elijamos para qué estamos aquí.

Luchad, porque debemos dejar un mundo mejor a nuestros hijos, en el que cada cual sea lo que quiera, sin estatus social ni privilegios marcados por el dinero, sino por el conocimiento e inteligencia.

Exigid, con respeto. Aprended a ser personas dignas, que al fin y al cabo, es lo que importa en esta volátil vida.

Siempre te recordaremos, Marco Simoncelli.

Hamor.

Cierro los ojos, sólo por un momento.. y el momento se fue.

Esa es la sensación de vacío que tan bien conozco, que lleva ya tanto conmigo. Mi compañera, irónicamente, es mi peor enemiga. Mi mejor amiga, ya que lleva mucho tiempo sin abandonarme, y es muy fiel, demasiado. Esa que no me deja conocer gente por miedo al rechazo. La que me aparta del mundo.

Por otro lado, me faltas tú. Estoy seguro que sería mucho mejor si tú estuvieras aquí, pero es inútil. Ya nada te hace posible, estás lejos de mi alcance.. eres como el caviar para un mendigo, un sueño.

El sueño de un loco enamorado que te necesita para ser feliz, para alcanzar un estado de utopía que sólo tú eres capaz de proporcionarme.

Amor, te echo de menos. Creo que ya es hora de que aparezcas en mi vida de nuevo, creo que me lo merezco...